jueves, 21 de febrero de 2013

La tranquilidad después de la paliza


(El maestro Gustavo Sala también publicó en la misma revista: Rock Salta 11)

La noticia apareció en un periódico no sensacionalista. Decía, simplemente, que había ocurrido un incidente en Mendoza, uno más en la vida de Charly García. Era junio de 2008 y las crónicas de las últimas horas de Say No More cuentan que García había ofrecido un concierto de 50 minutos en San Juan, el viernes. Se había trasladado a Mendoza en limusina, el sábado, donde tocó para 300 personas; y se descompensó el domingo, obligando a suspender el último show de esa mini gira cuyana. Los destrozos, las agresiones, la merca y, especialmente, la fatal salida en camilla (de espaldas, atado y a los gritos) fueron las imágenes finales del Constant Concept que Charly inauguró en los 90. Una manera de vida que lo tenía siempre al límite, a punto de caer.
Cuatro años después, en julio de 2012, Charly está en el Samsung Studio, su búnker actual, donde ensaya y perfecciona su show, el mismo que traerá a Salta el próximo 19 de agosto. Está tan metido en lo suyo que pide que la entrevista no sea extensa, para poder volver a trabajar lo más rápido posible. Saluda, se ríe, se muestra amable y absolutamente lúcido. La dificultad que Charly presenta a la hora de hablar se da de bruces con la rapidez de pensamiento que siempre tuvo y aún conserva. Escucharlo y verlo moverse apunta hacia el exceso de psicofármacos y la definitiva quemadura cerebral. Leerlo y verlo trabajar con su música es la confirmación que García lo hizo otra vez: zafó por un pelito, pero zafó (“ése es el arte del maestro”, había dicho en 1996).

Bruno Solari, el John Connor de Ricota - I

Este cuento, relato o novela corta (?) fue una estupidez que publiqué durante dos (!) años en la revista Rock Salta. Hacía falta rellenar y darle un contenido más variado a la revi, así que se me ocurrió hacer esta historia ricotera futurista de ciencia ficción, un choreo absoluto a Terminator y a Volver al Futuro. Me imaginé al hijo del Indio viajando al pasado para recuperar los famosos videos de los recitales de Los Redondos para salvar a su padre de un colapso que lo llevaría a la ruina mental. 
Los textos fueron saliendo así nomás, sin pretensiones y muy de apuro; hechos sobre el cierre, para cumplir. La idea fue burlarse del extremo fanatismo del ricotero, que a veces (nos) me invade y no (nos) me deja escuchar otra cosa. Fueron trece episodios. De a poco voy a ir posteándolos a todos. 



Buenos Aires, Argentina, sábado, 15 de abril de 2000.

Acabo de llegar. Esta ciudad no tiene nada que ver con la que conocí. Entiendo que la gente de esta época no podrá comprender jamás mi origen y mucho menos mi objetivo. Sé que hoy es un día especial: papá está a punto de abrir los recitales de su banda en el estadio de River Plate. Aunque suene a broma, durante la década del 90 los conciertos más multitudinarios se realizaban en este lugar. Ahora sería imposible que una banda toque allí. Los equipos del ascenso no pueden manejar semejantes eventos.
Yo todavía no nací, pero por lo que leí en entrevistas, me están buscando. Papá no pudo disfrutar mucho tiempo conmigo, ni yo con él. Haberme tenido a los cincuenta y pico no ayudó y su enfermedad empeoró las cosas. Siempre recuerdo ese último show que dio. Le advertí que intentar realizar un espectáculo en el Amazonas era una locura. La maldita enfermedad que lo llevó a alucinar y crear proyectos utópicos lo terminó de matar. Lo supe cuando apareció en el programa de Charo, que es buena mina pero también se comió el mambo de su viejo. Lamenté la frase “vamos a copar Brasil, estoy preparando todo para tocar en la Luna”. Se burlaron de papá y yo lloré, en Leloir.
Pero sé que cuál es mi misión: recuperar los videos. Sin ellos, la banda no se habría separado. Mejor dicho, sin la desaparición de los videos. Yo le creo al tío Edu cuando dice que en esos tiempos estaba ciego por su amor hacia esa mujer. “Ella es la culpable de que se haya ido todo al carajo”, me contó una vez, después de leerme tres capítulos de la biografía de Krishnamurti.
Hoy, gracias a la tecnología pude llegar hasta acá. Este diario de viaje me va a servir para documentar todo y tener las pruebas necesarias. Los planos ocultos en el Último Bondi sirvieron, tal cual lo dejó escrito el Mono, para construir la máquina del tiempo. Si mis cálculos son precisos, la historia tiene que haber empezado en esta fecha.
En la tele hablan del concierto, un tal Bebe dice que las canciones de la banda de papá son cantadas hasta por las hinchadas de fútbol. Qué raro, nunca supe de semejante hecho. Mañana voy tener que ir a una cancha para intentar comprobarlo.
Encaro para el estadio, la cantidad de gente es impresionante, pero no tanta como la que hubo en Wembley, en la despedida de Las Pastillas. A veces, cuando leo en los libros que en los primeros años del siglo XX se hablaba de un apocalipsis, creo que no pasaba por un fin del mundo literal. El infierno real puede ser peor que la nada misma.
Adentro se pudrió todo: papá cagó a pedos al público porque no lo escuchaban cuando intentaba comunicarles algo. Me hizo acordar a la vez que me retó porque no dije “cultura rock”, en lugar de mi más vulgar “rocanrol”. Cuando termine el show voy a ir a la cabina de edición. Ahí tienen que estar.

Pez: "El Rock es una mentira"


(Ya sé que Pepo no está más, pero esta nota fue realizada unas semanas antes de su partida del grupo. La foto es de Martín Santoro) 

Nota que le da contexto (?): ¡Salvando viejas deudas! Esta entrevista de 2012 a Pez fue publicada en el número 10 de la revista Rock Salta, de junio-julio de 2012. Para la vieja guardia de Frases Rockeras es casi una reivindicación; porque allá por 2007 me comuniqué con la gente que manejaba la prensa del grupo para obtener una nota con Ariel Minimal. La respuesta fue positiva, pero un tanto rara si la vemos desde estos días en los que Minimal se la pasa puteándose con todos por Facebook. La encargada de prensa me pidió que le mande las preguntas por mail para que ella pudiera hacérselas a Ariel, transcribir las respuestas y enviármelas. Para compartir mi alegría utilicé una maniobra muy pelotuda: le comuniqué la noticia a los lectores del blog y les pedí preguntas para hacerle a Minimal una especie de entrevista comunitaria que nunca salió, porque la muchacha en cuestión colgó como las mejores y jamás habló con él. 
Ahora, seis (!) años tarde, por fin, aparece la entrevista a Minimal en Frases Rockeras. No, no le hice ninguna de las preguntas que me mandaron porque me sobran huevos (?).  

Son las once y media de la noche del sábado 19 de mayo de 2012 y un grupo uniforme de 15 adolescentes y veinteañeros está sentado en la vereda, esperando que el boliche de sus amores abra las puertas y les permita bailar, escuchar y disfrutar la música que a ellos los conmueve. La disco de puro rock argentino es un pequeño furor en la San Martín al 1100 de la capital tucumana. A pocos metros, en la misma cuadra, los Pez (el cantante y guitarrista Ariel Minimal; el bajista Fósforo García, el baterista Franco Salvador y el tecladista Pepo Limeres) están parados afuera del Robert Nesta Club, el local en el que dentro de pocos minutos presentarán Volviendo a las cavernas, su último disco, después de una ausencia de seis años en la provincia.
La imagen de los jóvenes “amantes del rock argentino” que esperan para entrar y escuchar los remixes de un DJ, sin notar que en la misma cuadra está a punto de tocar en vivo una de las mejores bandas de los últimos 15 años resulta una alegoría perfecta del camino que Pez transitó desde su formación, a finales de 1993. Una carrera marcada por estar siempre al margen del mainstream, en la vereda opuesta de los tiempos  y los canales de difusión que marca la industria.

The Blog is Back, Motherfuckers

Pasado un tiempo, Frases Rockeras me agotó física y mentalmente, como los Metallica. Entonces, decidí dejarlo de lado y ponerme a hacer otras cosas. Pero así fue como volví a lo que me pasaba antes de armar este humilde espacio: abrí un montón de blogs paralelos sin quedar conforme con ninguno. Me parecía (me sigue pareciendo) que recopilar frases estaba muy bien, pero que no es lo que más me motiva a la hora de abrir el Chrome, para eso está el porno.
Hace poco cagué y releí una Pelo del 78 me pregunté para qué carajo voy a abrir otro blog, si ya tengo uno armado y en marcha.
Así que hoy vuelve Frases Rockeras en versión renovada. De ahora en más, a las publicaciones de siempre se le sumarán otras cosas: notas que publiqué en diferentes medios, cosas que se me ocurren y quiero compartir y lo que vaya saliendo.
Después de todo, era mucho laburo armar una nueva plantilla.
Saludos, muchos.