lunes, 30 de marzo de 2009


Lo primero que me pregunté después de haberlo visto hoy a Charly tocando por primera vez en público luego de todos los meses de internación y tratamiento -que aún no terminan- fue ¿Era el momento? ¿No podían esperar un poco más?."Esto sólo sirve si se muere dentro de dos días", me dijo un compañero de laburo mientras lo veíamos. Habíamos dejado de hacer todo para estar atentos al mini recital.
Yo lo vi desde otro lado. Traté de entender lo que significaba para una persona volver a hacer lo que más le gusta, lo que lo mantuvo vivo durante más de cincuenta años. Supuse que Charly necesitaba ir y tocar, sentarse y cantar -horrible, pero hacerlo al fin-. Y supuse también que necesitaba recibir el afecto de los que lo siguen y lo quieren. Más de una vez leí y escuché declaraciones de la gente que más lo conoce (sus amigos y su familia) en donde hablaban de Charly como un tipo sensible necesitado de afecto. Entonces, desde ese lado era más que comprensible que García haya tocado hoy, a ocho meses de su internación, y a pesar de que casi no se podía mover, de que su voz no le respondía practicamente y de que transmitía una imagen totalmente distorsionada de lo que alguna vez fue. "Es un fantasma", me dijo mi compañero. Y era eso: un espejo roto. Era alguien desconocido si lo comparábamos con el tipo que alguna vez convocó a miles de personas en el Luna Park, con el que bombardeó Ferro, el que se le plantó a Bruce Springsteen cuando no lo dejaban tocar con su banda completa en el festival de Amnesty; o el que convocó a trescientas mil personas en el recital más multitudinario de los últimos diez años en nuestro país.
Mientras miraba el recital pensaba en todos los que aman odiarlo. En qué fácil que sería para ellos burlarse y darle con un caño. Y les pedía por favor -aunque no me escucharan- que no lo hicieran. En este blog nos reímos de todo y de todos, pero en este caso yo no puedo hacerlo. Charly me dio demasiadas cosas como para faltarle el respeto gratuitamente.
A mí me educaron mis viejos, mis hermanos, los golpes que me dí y los discos. Y Charly es quien sobresale en mi discoteca, el que está (literalmente) en la parte más alta. Me chupa un huevo si no les gusta lo que hace, si les parece una mierda, si creen que tomó ideas de otros o si es una parodia de lo que alguna vez fue. A mí me sirvió, me formó, me hizo el tipo que soy hoy, y eso para mi es invalorable.
No sé si es ingenuo defender a alguien que no conocés y que probablemente llame a seguridad el día que te lo cruces. Seguramente lo sea, pero así son los artistas: se comunican con su obra. No necesitamos que nos inviten a su casa a tomar algo.
Espero que Charly se recupere, si se quiere recuperar, que grabe un disco o toque en vivo y que no joda a nadie ni lo jodan. El tipo ya le dio suficiente al rock de acá y de todos lados. Ya conmovió a miles de personas, los acompañó en momentos difíciles y en momentos geniales. Parafraseando al Indio: no cambió el mundo, pero sí cambió nuestro mundo.

sábado, 7 de marzo de 2009

"ES FUNDAMENTAL EL RIESGO EN EL ARTE. SUMO FUE RIESGO"

(Espina, con Andrea Prodan)


Algún día tenía que llegar. La primera entrevista de Frases Rockeras que no se hace por mail. Todo un orgullo (?) que seguramente Rodrigo Espina incluirá en los partes de prensa que cuentan su carrera profesional.
El domingo pasado, tarde pero seguro, Espina viajó a Salta para cumplir con su idea de estar presente en cada ciudad donde se proyecte "LUCA", su debut como realizador. La película tuvo su estreno local en el invierno pasado, pero en ninguna de las exhibiciones (todas a sala llena) él estuvo ahí, en la primera fila, mirando hacia las butacas, como Amélie, esperando que el público le pregunte cuántas ginebras se tomó con el pelado.
Esta vez, en El Teatrino, un hermoso lugar con capacidad para 120 personas, Espina se mostró muy amable y dispuesto a responder todas las inquietudes que surgieran; aún a pesar de que sólo concurrieron unas 40 personas. Probablemente la tardanza en presentarse en la ciudad más la edición en DVD contribuyeron a que la convocatoria sea tan escasa. Los que no fueron se jodieron: era gratis y regalaban cerveza y empanadas. Y como éramos pocos, le entramos como locos al morfi y al chupi. De esa manera se generó un clima genial, de entrecasa: todos parados hablando de Luca hasta bien tarde con la obligada música de Sumo de fondo.
Antes de que pase todo eso, Espina respondió algunas preguntas para este blog:


- Ya hace un año y dos meses que estrenaste "LUCA". ¿Qué balance hacés, desde el día del estreno en el Roxy hasta hoy?
- El balance puede tener varias perspectivas. Por un lado la relación con el público, al cual le estamos muy agradecidos. Siento que son mis hermanos. Hay gente que vio la película cinco o seis veces, en funciones. Después en el DVD no sé cuántas veces la habrán visto. Desde ahí hay un agradecimiento total. Las funciones son emotivas. Cada risa que escucho me nutre, me emociona. La emoción de la gente, los abrazos al final... Desde ese lado, maravilloso.
Después está el lado del cine argentino. El año que estrenamos "LUCA" se estrenaron noventa y dos películas argentinas. Se vieron siete. Las otras ochenta y cinco bajaron a la primera semana.
Vos sabés muy bien: hacer un largo son varios años de tu vida, de tu espíritu, de tu fortaleza, de tu plata, de tu tiempo. Y que te bajen la película a la primera semana es...
Acá de alguna manera hemos abierto un camino alternativo de exhibición. Hemos ido de Ushuaia a La Quiaca. Casi siempre a sala llena. Hemos estado en discotecas, en centros culturales. Un gran abrazo a todos los centros culturales que han apoyado la película. Yo creo que, de alguna manera, mostramos una forma distinta. Mostramos que se puede. Que el que haga una película no se tiene que conformar con la primer semana en el Tita Merello. Que sepa que hacer una película no es nada más que hacerla, que ya es un montón pero que no es todo. Descubrir cómo hacer para que la vean es parte de la creatividad que hay que tener. No se pueden quedar de brazos cruzados al ver que la película baja a la semana.
- ¿Pensás que si exhibías "LUCA" de manera convencional iba a sucederle lo mismo que a las otras ochenta y cinco?
- No lo sé. Hay muchas posibilidades. Ya sabemos que los grandes, que los Hoyts y todos esos boicotean el cine argentino. Aunque el cine argentino lleve más que la última de Ben Stiller, van a querer que estén dando la última de Ben Stiller.
Por otro lado, ubicamos a la peli en un lugar de cine de culto, de lugar propio. El espectador sabe que va a ver la peli a un lugar suyo. A un lugar que responde, de alguna manera, a su ideología, a su forma de ser. Se da la película acá, en El Teatrino, no en un shopping. Esto es nuestro, un shopping no es nuestro.
Además, en las exhibiciones pasa algo vivo. Hasta que no la ve el público, la película es un casete muerto, que no tiene vida. El público termina de darle vida.
- Te costó mucho hacer esta película. Catorce años en los que pensaste en dejar de lado el proyecto (Parezco Tití Fernández: "Rodrigo, costó").
- El camino, cuando se hace difícil concretarlo, es duro. Uno pone a prueba su voluntad, su fe.
Comencé diciendo que el cine era todo en mi vida. Ahora no lo digo, ahora sé que hay cosas más importantes que el cine: la vida, el amor.
- Luca decía algo parecido. Eso de "a mí sólo me importan cosas afectivas".
- Yo creo que la cosa es emocionar, es conmover. Hay tanta música, tanto cine, tanta plástica, tanta obra de teatro que no conmueve porque apunta hacia otro lado, la pifia. Si algo sale de adentro del corazón, va a conmover sí o sí. La cuestión es ir a fondo y bucear en tu interior. Es lo único que va a hacer que la película sea personal. Si realmente buceás en tu interior.
- En "LUCA" se refleja ese sentimiento del que hablás. Es una de las cosas que más se destacan de la realización.
- Me alegro que se diga eso y me alegra poder contestarles a todos los que pensaron que hacíamos esta película para llenarnos de plata. Esta película no fue un negocio, ni lo será. Nunca voy a recuperar lo que puse, pero estoy lleno por lo que me dio la película. Es muchísimo más y no tiene que ver con la plata. Tiene que ver con el amor de la gente. Yo sé que, gracias a dios, tengo para mi próxima peli un público que me quiere. Por una cuestión que es que vieron que "LUCA" es auténtica. Mientras seas auténtico creo que van a seguir respondiendo. Y ése es el camino para todos los que hacemos algo: que seamos auténticos, que hagamos de corazón. Que no estemos pensando "uy no, ¿pero esto gustará?" o "¿lo pongo a Darín?". No. El arte es riesgo. Sumo fue riesgo. ¡Cantaban en inglés! Es fundamental el riesgo en el arte.
- ¿Le pudiste mostrar la película terminada a los familiares de Luca?
- Finalizada sé que la vieron, allá en Italia. Pero hubo una función de los primeros veintisiete minutos que la vimos con (su mamá) Cecilia, (su hermana) Michela y (su hermano) Andrea. Inolvidable. Además fue mágico porque estábamos en nuestra isla de edición y yo abrí la ventana para tener señal en mi celu, porque quería hacer una llamada, y los ví pasar a los tres, que estaban caminando por Buenos Aires. Andrea les estaba mostrando la ciudad y no sabía que ahí era nuestra productora. Los hice pasar y Cecilia vio la primera función. Inolvidable: bailó, se rió, se emocionó. Inolvidable.
- A las entrevistas para la película las hiciste hace ya diez años, ¿verdad?
- Algunas. No todas. A Cecilia sí, a Michela no, fue en el último año. A Andrea le hice diez notas. Germán me dio el primer reportaje: las primeras anécdotas las obtuve en su camioneta, un día tormentoso en Traslasierra. Esas fueron las primeras imágenes.
- ¿Y Sokol?
- (Baja la voz y mira al suelo) Un grande... una tristeza absoluta. Para mí se fue un amigo. Y era el único cantante después de Luca que cantaba desde adentro del corazón.
- Muchos dicen eso. Si bien después de la muerte se suele realzar a la persona, muchos afirman que Alejandro Sokol era el único que tenía el espíritu que Luca transmitía.
- Sí. No te quiero decir que fue el único porque yo soy fan de Las Pelotas y sin Alejandro garpan un pedazo. Germán es un cantante fantástico. Las Pelotas tienen las letras que ningún otro grupo argentino tiene. Tienen un espíritu único, pero Alejandro Sokol también era único.
El año pasado lo escuché en los pasillos de Cosquín. Estaban ahí guitarreando y uno comenzó a cantar. Alejandro le dijo: "No cantés de acá (se toma la garganta), cantá de acá (se toca el pecho, a la altura del corazón)". Alejandro era eso. Alejandro cantaba desde un lugar único.
- Vos lo conociste a Luca en 1985, cuando él protagonizó tu corto "El día que reventaron las lámparas de gas". ¿Por qué no incluíste ese corto en los extras del DVD?
- Por Ricardo Mollo y Diego Arnedo. Había música de Sumo en el corto. Música firmada por ellos. A mí me dolió muchísimo. Tuve siempre la fantasía de incluir el corto en los bonus tracks.

- ¿Por qué Mollo y Arnedo no quisieron participar?
- Esa es la pregunta que todos hacen. No sé por qué no quisieron participar.
- Ni siquiera se los muestra.
- No. Hubo que sacarlos especialmente. No sólo ellos no participan sino que... (Espina se indigna, mira para el costado y retoma) La herida que no va a cicatrizar nunca es que no estén "Crua-Chan" y "Heroína" en la película. "Crua-Chan" y "Heroína" no están por Ricardo Mollo y Diego Arnedo. Eso que quede bien claro. Fueron muy egoístas. Ellos pudieron no haber... (otra vez, cada vez más enojado) Ellos por esa cosa que, qué se yo... que nos íbamos a llenar de plata. Esas cosas que la taquilla ahora demostraría que no lo hemos hecho. Pero no fueron generosos. Luca fue muy generoso con ellos. Y ellos, después de ver los primeros veintisiete minutos, que Ricardo lloró, que Diego me abrazó; no quisieron estar. A las dos semanas me llamó el manager para decirme que los saque. Tuve que reeditar todas las escenas donde estaban ellos. Tuve que sacar "Crua-Chan", que era una secuencia divina. Todavía me duele cuando te lo cuento.
¿Por qué no lo quisieron hacer? Hay que preguntárselo a ellos.
- Y "Heroína" es una canción clave para entender la vida de Luca.
- ¡Y de Luca! Clave y de Luca. ¿Y "Crua-Chan"? De Luca. "Crua-Chan": las gaitas, Escocia. ¿Cuándo Ricardo Mollo estuvo en la fucking Escocia?