miércoles, 11 de septiembre de 2013

Taragüi Rock: día 3


El domingo fue el día de mayor concurrencia en el anfiteatro Mario del Tránsito Cocomarola. Alrededor de 18 mil personas se dieron cita para escuchar principalmente a Kapanga y a Ciro y Los Persas, que cerraron un festival que tuvo sus puntos más sobresalientes en el sonido, la puntualidad y en la oportunidad para grupos emergentes.

Una pregunta necesaria: ¿por qué se le da tanto espacio a La Que Faltaba? La banda de Micky Rodríguez (ex bajista de Los Piojos) se formó el año pasado, no tiene ni un solo tema conocido y en vivo son una banda de covers de la mencionada agrupación pediculosa. Pero, inexplicablemente, tienen lugar en los escenarios principales de los festivales argentinos. Ya ocurrió en Cosquín Rock, se repitió anoche en Corrientes. ¿Ciro exige en su contrato la incorporación de La Que Faltaba? ¿No sería mejor aprovechar los cincuenta minutos de escenario para un grupo más interesante?

Salta La Banca son Las Pastillas del Abuelo reloaded, que a su vez ya era Callejeros reloaded, que a su vez ya era Redondos reloaded, pero mal. Más de lo mismo de siempre. Hay que dejar de tocar rock con saxofón por dos años.

Kapanga es todo. Son los nuevos Auténticos Decadentes. El mundo entero disfruta de sus canciones, desde el heavy que absorve el calor con sus ropas oscuras hasta las chicas de tacos y jeans ajustados que intentaban colarse en los camarines. Además, el Mono es un tipo accesible, cero estrella, que se saca fotos con todos y que arriba del escenario interactúa con la gente de manera excelente (se pone las camperas que le regalan, abraza a los que suben a saludarlo, canta siempre con una sonrisa). Y hasta se lo puede catalogar de rockero antisistema después de haber criticado el uso que el candidato a gobernador de Corrientes por el FPV, Camau Espínola, hizo de la canción “Ramón”: un jingle apestoso que suena todo el tiempo en las calles y medios de la provincia. “En mi casa me enseñaron a pedir permiso”, dijo en el escenario y en conferencia de prensa.

Al llegar al anfiteatro, Andrés Ciro Martínez hizo despejar el acceso a camarines, que se conectaba con el sector de prensa. No quería ser molestado. Como a Luis Miguel, no se lo podía mirar a los ojos.  Luego se subió al escenario de un Cocomarola repleto. El cantante repasó las canciones de sus dos discos solistas y clásicos piojosos que dejaron felices al público que reventó el lugar.

Finalmente, se puede decir que el Taragüi Rock sirvió para que las bandas emergentes tuvieran a disposición un escenario excelente y un sonido acorde. Se respetaron los horarios establecidos y la gente disfrutó sin problemas. Para el año que viene queda pendiente mejorar la grilla principal, que salvo excepciones (Carajo y Kapanga), no aportó demasiado. Lo mejor, entonces, fue Lenoise, Cabo Verde, Lienzo, Gurí, Baraja, Peligro de Aborto, Matriz y el resto de los músicos de la región.

Foto: diario época

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