- Al hablar de pobre presentación de los discos reeditados, me refiero a ediciones como las de Sony, que presentan a los discos "como si fueran vinilos", con el sobre de cartón y nada más. Creo que hay discos que merecen un mejor trato. Las discográficas podrían preocuparse por esos álbumes antes que de los discos homenajes, que ahora abundan.

- Los discos homenaje están bien en mi opinión. Permiten revalorizar el trabajo de mucha gente que no fue tenida en cuenta en su debida dimensión y en su debido momento. Ahora bien, esto no debería ir en detrimento de las ediciones originales de sus trabajos.
La edición de CDs en simil vinilo, a la que hacés alusión, nunca fue santo de mi devoción. Vinilo es vinilo y CD es CD, según me parece. De todas formas, al principio parecían seguir su confeso objetivo de ser réplicas en miniatura de los vinilos, con letras, arte de tapa, etc. y lamentablemente, luego empezaron a "aberretarse".
Para mí, la receta de una buena reedición en CD no es imitar el vinilo en miniatura sino adaptarlo. Poner letras, comentarios, fotos, etc., tomando en cuenta el nuevo formato y haciendo que la información, para empezar, pueda leerse bien, sin tener que tener a mano una lupa, y segundo, tratando de mejorar la edición original con nuevos comentarios, reportajes a los artistas, etc., como suele hacerse en USA y UK, donde suelen tratar con respeto este arte de reeditar viejas perlas (aunque hay excepciones, como en todo...).

Fragmento de la entrevista con Alfredo Rosso que quedó colgado.