(Foto: Daniel Jayo. Fuente: acá)
Una escena. El 21 de septiembre de 2016 Bruno Arias toca en el Mercado San Miguel de Salta a beneficio de comedores infantiles de la zona. El escenario está instalado en un balcón interno. Los pasillos del lugar están repletos. Cuando ya pasó más de una hora de canciones y todos están en el punto justo, Bruno larga la frase de la noche: “Aunque no me contraten más en Jujuy, pueden encontrarme igual”.
Otra. A través de Facebook, Bruno asegura que el gobierno jujeño intercedió para que no pudiera participar del octavo Encuentro de Escuelas Rurales, que se iba a realizar entre el 17 y el 19 de octubre de este año en la localidad de Lagunillas del Farallón. “Funcionarios del gobierno actual nos cercenan el derecho a expresarnos con libertad a través de nuestro arte”, escribe. El encuentro finalmente fue suspendido por las autoridades provinciales.
Una semana después, Bruno actúa en la UNSa en un evento organizado a las apuradas por la gente de ADIUNSa, el gremio de los docentes de la universidad. Es lo más cerca de Jujuy que Bruno puede estar en este momento. Es el día después de las elecciones generales. Cambiemos consolidó sus gobiernos, Santiago Maldonado apareció muerto y a Bruno no lo dejan tocar en su provincia. El clima es amargo, pero, citando a Páez, es genial por fin haber tocado fondo porque ya no se puede bajar mucho más. Quitando una a se puede citar a Pez y decir que no podemos entregarnos sin bancar la posición. Por lo tanto, hay fiesta en la UNSa, la tristeza se vuelve combustible.
Una escena. Bruno Arias está sentado en la pizzería que está al lado del Teatro Vorterix, en Buenos Aires, dos noches después del recital en la UNSa. Toma café con leche, prefiere evitar la birra. Lo primero que hace es hablar sobre la experiencia salteña. “Ha sido un momento lindo en Salta. Pensaba que iba a ser algo más chico. Al final lo hicieron en el patio y tuvo buena vibra, dio sus frutos. Mucha convocatoria y la gente a pleno, con mucha necesidad de expresarse, bailar, divertirse. De compartir. He sentido el apoyo de la gente de Salta fuertemente, en todo sentido”, dice.
Entonces, Bruno se pone a hablar sobre lo que pasó en Jujuy: “No habían aprobado los traslados para los niños de la Puna. Tres días antes nos enteramos que por esa cuestión administrativa no se hacía el Encuentro. Después se filtró información: diputados del gobierno actual en Jujuy habían hablado con los maestros”. Agrega que los docentes recibieron órdenes de no recibir “músicos y gente ajena a la escuela” bajo amenaza de recibir un sumario. “Y a la comunidad de Lagunillas le iban a quitar beneficios” si el Encuentro avanzaba.
“Me gustaría saber cómo se llaman esos diputados y poder preguntarles personalmente cuál es el problema que hay conmigo. Qué les molesta a ellos, si es que es así”, dice, cuenta que en Jujuy “nadie habla por miedo, tienen miedo de decir las cosas”: “En Jujuy, los que no están con el gobierno están perseguidos ideológicamente. Hay un temor de decir cosas, se están callando. Por eso estas últimas elecciones la gente también se volcó a votar a la izquierda”.